Emprendimiento femenino e iniciativa local para el desarrollo de harina de cochayuyo
El cochayuyo es un alga abundante en las costas de Chile. Es con esta alga que un grupo de mujeres chilenas innovadoras decidieron crear y comercializar la harina de cochayuyos. Buscando incentivar su consumo entre los chilenos, a la vez, educar sobre la variedad de productos del mar y dar trabajo a las mujeres de la zona. Los invitamos a leer sobre esta innovadora idea para incentivar el consumo de cochayuyo sostenible en el tiempo.
En la Región de Los Ríos, Patricia Madrid, recolectora de orilla y presidenta del Sindicato de Pescadores de Isla Mancera, desarrolla harina de cochayuyo y otros productos en base a esta proteína ancestral, dando valor agregado a un producto que ella misma explica, “siempre estuvo en sus pies”.
Patricia conoció el oficio de la recolección de algas a través de su madre y abuela, quienes siempre han sido recolectoras de orilla y desde que tiene memoria el cochayuyo siempre estuvo en el plato. Siendo el cochayuyo un alimento que siempre ha abundado en su hogar, es que decidió utilizarlo a prueba y error, hasta llegar a elaborar distintos productos de una manera sustentable y local.
Las recolectoras de orillas en Chile son mujeres que siempre han estado conectadas con el mar y de vital importancia para mantener un ecosistema marino sostenible, ya que a diferencia del barreteo, ellas recolectan las algas que llegan naturalmente a la orilla. Como se ha hecho desde tiempos ancestrales, y al depender de este producto, realizan un manejo consciente de este recurso que les entrega la naturaleza, para que las futuras generaciones lo puedan utilizar también, ya que es un recurso muy valioso pero muy vulnerable también.
Hoy Patricia no sólo elabora harina de cochayuyo, sino que también galletas, pan y masa de pizza, productos que comercializa en Valdivia y que son muy requeridos.
Al igual que Patricia, muchas otras mujeres trabajan desde sus casas para desarrollar esta materia prima de manera artesanal, buscando dar valor agregado a este alimento y generando oportunidades de trabajo e ingresos para la economía familiar. Iniciativas que han sido clave para subsistir y sobrellevar los embates económicos que ha traído la crisis sanitaria.
En ese contexto, a través del proyecto “Desarrollo de Harina de Cochayuyo para aportar a las economías locales costeras” de Corfo, APP Chile está implementando una solución que genera por una parte una red de trabajo independiente, desde sus propios hogares a un grupo de mujeres; y por otra, provee de equipamiento técnico para que puedan mejorar sus procesos.
A esta red de mujeres emprendedoras, se suman algunas socias del Sindicato de Recolectoras de Orilla de Mehuín, quienes ya tienen experiencia en el encadenamiento productivo junto a Noemí Solar, a quien proveen de las algas que ellas mismas recolectan, a un precio justo. Noemí, mediante su emprendimiento de venta de algas deshidratadas, @alguitademar, apoyará a esta red, como canal de venta para comercializar la harina.
Según relata Noemí, se trata de un encadenamiento local beneficioso, una iniciativa inclusiva y circular. “Veo en el uso de la maquinaria, mayor facilidad de trabajo para las mujeres que son mayores. Somos un equipo en el que todas colaboramos para avanzar en conseguir una harina de algas de calidad, que sea reconocida y consumida en Chile”, dijo.
Así lo manifiesta Cecilia Masferrer, presidenta de la Federación de Pescadores Artesanales de Navidad, quienes han impulsado y abierto el camino hacia el consumo y la comercialización de algas a un precio justo y que hoy asesora también a este grupo de emprendedoras.
Cecilia tiene experiencia trabajando con mujeres, lo hace a diario con las algueras de Navidad y explica la importancia que tiene este oficio.
Un alimento de durabilidad en el contexto de pandemia
Una de las mayores fortalezas de los productos en base a algas marinas, es que cuentan con altos niveles de fibra, antioxidantes, minerales, ácido fólico, vitaminas en grandes cantidades, y a la vez, 0% de colesterol, grasas trans, ni preservantes. Cualidades que los hacen altamente demandados por consumidores que buscan una alimentación saludable.
La crisis sanitaria ha puesto de manifiesto el problema de la seguridad alimentaria y la falta de acceso que podríamos tener a productos y alimentos frescos.
Siendo los formatos deshidratados y secos, los que aportan la mejor forma de mantenimiento y almacenamiento para que perduren en el tiempo y a la vez, permitan saciedad y nutrición.
Pueden obtener más información en: www.appchile.org y en su Facebook.