Diversificación de la pesca artesanal y turismo comunitario en la Región de Los Ríos

Cuando hablamos de pescadores, quizás nos imaginamos un bote con un hombre con ropa de agua listo para lanzar su red. Sin embargo la pesca artesanal en Chile tiene diversas formas de presentarse. Una de ellas tiene que ver con la  diversificación y comercialización de productos, en donde la Fundación Cocinamar desde sus orígenes ha realizado esfuerzos para mejorar la promoción del consumo responsable de pescados y mariscos en Chile en pro de mejorar el acceso a los recursos del mar de forma respetuosa.

Para ello, una de sus principales acciones, en conjunto con pescadores y pescadoras, fue crear una red de emprendedores de la pesca artesanal, que se encuentra disponible en su sitio web cocinamar y que reúne a más de 40 organizaciones.

Por ello, resulta lógico para Cocinamar, promover la diversificación productiva de pescadores y pescadoras artesanales en ámbitos como el turismo y la gastronomía. Es así como nace Travesía Turismo Comunitario, un prototipo de innovación social, financiado por Fomento Los Ríos y ejecutado por la Fundación Cocinamar, que busca potenciar el valor turístico y la asociatividad como herramientas clave para el desarrollo local de comunidades de pescadores en la costa de la Región de Los Ríos. Específicamente en las localidades de Caleta Los Molinos, Isla Mancera, Isla del Rey, Chaihuín y Huiro, todas cercanas a la ciudad de Valdivia.

“Desde el año 2014 comenzamos a familiarizarnos con el concepto de turismo comunitario y trabajamos con un restaurante de Huiro, “El Encanto del Mar”, es uno de los lugares más hermosos y desconocidos de la Región. De ahí en adelante, vimos el crecimiento del restaurante y las posibilidades que el turismo le entrega a los pescadores artesanales como una alternativa de diversificación productiva”.

Claudio Barrientos Director Travesía Turismo

Identidad local y turismo de experiencias

En una zona privilegiada por su entorno natural, junto a la inmensidad del océano Pacífico y rodeada de bosques milenarios, se presentan hombres y mujeres de mar, quienes además de mostrarnos hermosos paisajes, nos llevan a conocer más de cerca sus raíces y costumbres, creando y promoviendo un vínculo entre la comunidad con sus arraigos.

Son los líderes de los territorios, quienes viven de la pesca y del turismo, que han co-creado y diseñado junto a Travesía, una ruta principal y experiencias individuales, con objetivo de fomentar el desarrollo sostenible de sus comunidades. Travesía nos permite conocer las historias de estos pescadores y recolectoras de orilla que viven del mar, complementando la pesca a pequeña escala con sus emprendimientos turísticos.

Como José Zúñiga, pescador artesanal que junto a su padre aprendió a navegar a vela y pescar sierra a los 14 años y que hoy puede agregar valor a esta actividad, mostrándole a los turistas este tradicional oficio, en una experiencia única de navegación, que dura alrededor de 4 horas, comenzando en la Caleta Los Molinos hasta Morro Gonzalo o Chaihuín.

Según cuenta don José, que aún mantiene viva esta tradición junto a su padre de 87 años, “la experiencia de correr a vela implica otra sensación. No es como andar en un bote a motor. Se siente el golpeteo de las olas, uno se siente más libre”.

También se puede conocer a Gerardo Flores, pescador con más de 20 años de experiencia y que lidera el tour de navegación y avistamiento de aves pelágicas en su embarcación “Isla del Rey I”. Este recorrido comienza en el muelle de Niebla y abarca unas 7 millas naúticas, donde los visitantes pueden avistar cormoranes, fardelas y albatros.

Y en Chaihuín, a unos 30 kilómetros al sur de Corral, Juvenal Triviño mantiene el oficio que sus padres y abuelos practicaron en la misma localidad de manera tradicional. En su bote Sucupira II, espera a los turistas para navegar por las tranquilas aguas del río y llevarlos a conocer los cultivos del famoso choro zapato de Chaihuín, principal sustento de la comunidad, que es reconocido por su particular sabor y gran tamaño. Además de ser extraídos desde un área de manejo de manera sostenible.

Juvenal sigue perpetuando lo que le enseñaron, como una forma de vivir de lo que el mar y la naturaleza les entrega. “Esa visión desde lo mapuche lafkenche es la que practicamos como familia y es lo que comparto con los turistas”, dice.

Cocineras del mar 

Las mujeres pescadoras, recolectoras de orilla, también reorientan su oficio hacia el turismo, pero a través de esa identidad que le entrega la gastronomía local. Esa que emerge desde el mar hasta la mesa, ofreciendo a los comensales, preparaciones frescas, típicas y marinas que probablemente no encontrarán en otro lugar.

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Se trata de productos típicos de la zona, muchos de ellos desconocidos para los viajeros, pero que guardan toda la identidad de quienes los preparan. Como ocurre en la Isla Mancera. Allí se encuentran las socias del Sindicato de Pescadores de la misma localidad. Margarita, Valesca, Nora, y Luz, lideradas por la señora Patricia Madrid (Presidenta del Sindicato), dan vida al Centro Gastronómico “La Herradura”. Un lugar ubicado al frente de la hermosa playa de Mancera, que recoge lo mejor de la gastronomía del lugar. 

Cuando se les pregunta por su especialidad, todas coinciden en el pastel de pejerreyes. Una delicia marina poco vista pero que deja en alto el nombre de estas mujeres. Otros de sus platos más apetecidos son las empanadas de sierra y la hamburguesa de cochayuyo. Todas innovaciones creadas por ellas, con productos del lugar.

En el sector más austral de la Región,  en la Caleta Huiro, Rosa Antillanca, Yoana Jaramillo y Fresia Antillanca, todas recolectoras de orilla, hacen lo propio en el restaurant “El Encanto del Mar”, donde ofrecen los productos recién capturados por los pescadores del Sindicato de Huiro, en especiales preparaciones como las albóndigas de locos; la tortilla de luche y locos apanados.

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“Trabajo sólo los pescados que son de acá: la sierra, el róbalo y los pejerreyes. Son los únicos pescados que vendo a los turistas”.

Teodora Leal en Chaihuín

Ella también es una apasionada por la cocina, la que muestra a sus visitantes luego de realizar el tour de recolección de mariscos en la puerta trasera de su casa, el mar. Allí, junto a la belleza y magia del lugar, se pueden recolectar lapas, luche, mañihue y cochayuyo. Una vez recolectados los mariscos y algas, Teo los lleva hasta su cocina y les enseña algunas preparaciones, en donde todos pueden degustar los sabores de los recursos extraídos por ellos mismos. Sin duda, una experiencia que queda guardada para siempre.

Se trata de anfitriones y emprendedores locales que fomentan el desarrollo sostenible de sus comunidades a través del turismo, posibilitando beneficios económicos y sociales, los que a su vez, propician una nueva forma de hacer turismo; más consciente, más sustentable, más conectado con la naturaleza y con las realidades locales.

Lo que deja en evidencia que a través de este tipo de turismo podemos abrir nuevas posibilidades de desarrollo económico para la gente de mar; impulsar sectores con alto potencial de crecimiento y en definitiva, mejorar la calidad de vida de las zonas costeras.

Puedes obtener más información en: turismotravesia.cl  @travesiaturismocomunitario