Sistemas Alimentarios Indígenas: una muestra de resiliencia y biodiversidad alimentaria
Los complejos sistemas alimentarios indígenas nos enseñan cómo podemos coexistir con otras especies, aumentar la biodiversidad y aun así producir alimentos saludables abundantes. Frente al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la necesidad de alimentar a una población mundial creciente, las lecciones de resiliencia de los sistemas alimentarios indígenas no podrían ser más relevantes en la actualidad.
El Sexto Informe del IPCC estima que los sistemas alimentarios son responsables de, en promedio, 29% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero. La principal fuente de esas emisiones proviene de la producción agrícola, incluido el cambio de uso de la tierra (por ejemplo, la deforestación). El informe afirma que, si no modificamos nuestro sistema alimentario actual, las emisiones podrían aumentar hasta un 40% para el año 2050. Por lo tanto, la necesidad de reformar y adaptar el sistema alimentario es esencial para mitigar los impactos del cambio climático y proporcionar seguridad alimentaria.
Dentro de los sistemas alimentarios, el uso sostenible del suelo es un tema cada vez más importante debido a la erosión del suelo y la pérdida de biodiversidad que impactan directamente en la producción de alimentos y la vida de los agricultores. Estas problemáticas afectan directamente los pueblos indígenas, que son más vulnerables al cambio climático debido a las limitadas políticas de adaptación vigentes 1.
Los sistemas agroforestales tienen el potencial de aumentar la productividad y, al mismo tiempo, preservar la biodiversidad2. Los pueblos indígenas han practicado estos sistemas durante milenios, demostrando su eficacia.
Sistemas Alimentarios Indígenas en América Latina
Las comunidades indígenas representan 476 millones de personas en todo el mundo. En América Latina la población indígena es de aproximadamente 50 millones de personas de 500 etnias diferentes, siendo México, Guatemala, Perú y Bolivia los países de la región con mayor población indígena.
Los cultivos alimentarios indígenas y tradicionales tienen múltiples usos para la sociedad y juegan un rol importante en la biodiversidad, la seguridad alimentaria y nutricional y, la soberanía alimentaria de los pueblos. Sin embargo, el valor de los sistemas alimentarios indígenas se ve amenazado por múltiples razones, como la falta de fondos dedicados a investigar la riqueza de sus tradiciones. Además, un obstáculo importante es que la gente no valora los alimentos autóctonos y, por lo tanto, se descuida el potencial beneficio que puede derivarse de su uso. Junto a esto, el conocimiento se está perdiendo de una generación a la siguiente, con complejas implicancias para la seguridad alimentaria sostenible a largo plazo.
Pese a todo lo anterior, los alimentos autóctonos tienen el potencial de ser un recurso clave para garantizar sistemas alimentarios saludables en América Latina. La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura) ha reconocido a ciertos sistemas alimentarios ancestrales, declarando así su relevancia y debida protección de los estados. Este reconocimiento es el SIPAM (Sistemas Importantes de Patrimonio Agrícola Mundial). En América Latina hay siete sistemas del patrimonio agrícola que han sido designados en cuatro países: uno en Brasil, uno en Chile, dos en Ecuador, dos en México y uno en Perú. La diversidad de sistemas alimentarios indígenas es inmensa e imposible de cubrir con solo algunas palabras. El análisis de este artículo es sobre las chakras amazónicas ecuatorianas.
Chakras Amazónicas Ecuatorianas
La selva amazónica era considerada una región inexplorada en términos agrícolas, principalmente por lo extremas que son las condiciones para los cultivos. Sin embargo, esto sólo es cierto para la agricultura convencional. La selva tropical ha estado habitada por comunidades indígenas que se han adaptado a su entorno y han desarrollado sistemas alimentarios tradicionales, además de la caza, la pesca y la recolección. Esto es relevante ya que los territorios indígenas sustentan el 80% de la biodiversidad restante del mundo y, en las tierras indígenas, las tasas de deforestación son un 50% más bajas que en otros bosques amazónicos3.
Además, los sistemas alimentarios indígenas destacan que el conocimiento tradicional puede ser clave para una transición sostenible del sistema alimentario. Sin embargo, los pueblos indígenas y sus conocimientos suelen quedar marginados de la agenda de políticas alimentarias.
Las chakras son un sistema agroforestal que ha sido desarrollado en la Amazonía ecuatoriana por la comunidad indígena Kichwa desde hace al menos 5.300 años. Son un espacio productivo familiar y comunitario que imita la naturaleza, donde los agricultores combinan el cultivo de alimentos básicos, árboles maderables y plantas medicinales mientras rotan cultivos para gestionar la fertilidad del suelo y evitar plagas4.
En este sentido, las chakras brindan seguridad alimentaria y bienestar a los kichwas. Con el tiempo, los kichwas se han ido integrando al mercado, incorporando cultivos comerciales como cacao, café y vainilla como parte de su rotación de cultivos. Según la Asociación de Productores de Chakra, esta incorporación es una oportunidad valiosa, pero también presenta desafíos. Uno de los principales es el aumento de los monocultivos comerciales, que han desplazado a las Chakras, aumentando la dependencia de las familias de los mercados externos. Esta amenaza ha puesto de relieve la necesidad de investigar cómo las Chakras contribuyen a mejorar los medios de vida indígenas y pueden contribuir a la adaptación al cambio climático.
Las chakras y los sistemas alimentarios indígenas son una clara muestra de resiliencia frente a los cambios ya que han estado en constante evolución, incorporando el patrimonio cultural en un hotspot de biodiversidad global5. Además, son un ejemplo de implementación efectiva de la filosofía que Ecuador ha incorporado en su Constitución, el “Sumak Kawsay” (“buen vivir” en lengua kichwa).
Los sistemas alimentarios indígenas no sólo forman parte de sus formas de vida e identidad, sino que son claves en la lucha contra el hambre. Están profundamente enraizados en formas de gestión territorial integrada y en relaciones materiales y simbólicas con la naturaleza. Estos pueblos desarrollaron sistemas alimentarios que conjugan prácticas agrícolas, de caza, pesca, recolección y pastoreo, construyendo paradigmas de sostenibilidad entre la producción y el consumo.
Este tesoro de conocimientos, prácticas y formas de vida son particularmente valiosas cuando precisamente la comunidad global busca hacer un giro en sus patrones de producción y consumo, obligada a enfrentar el doble reto de erradicar el hambre y construir sistemas alimentarios sostenibles e inclusivos. Su revalorización de parte de la sociedad y políticas públicas, potenciando estos sistemas de vida, es una de las soluciones para mejorar nuestro sistema alimentario y reconocer su patrimonio inmaterial. Incorporando conocimientos ancestrales, viviendo en armonía con la naturaleza y la producción de alimentos puede aportar soluciones a la situación de vulnerabilidad e inseguridad alimentaria, así como a la resiliencia de los bienes y servicios ambientales de los que dependen.
Es importante mirar hacia atrás para poder pensar en soluciones a problemáticas actuales. Los indígenas son pueblos ancestrales que ejemplifican la resiliencia a través de sus tradiciones y relación con la naturaleza. Revalorizar y preservar sus sistemas alimentarios, usándolos como ejemplo, tiene el potencial de ser una solución a varias problemáticas de nuestros sistemas alimentarios actuales. A pesar de que varios de ellos hayan sido declarados SIPAM, nosotros como sociedad debemos también valorar los alimentos producidos por comunidades indígenas.
Referencias
- Mertz, O., Halsnæs, K., Olesen, J.E. and Rasmussen, K. (2009) 'Adaptation to climate change
- Altieri, M.A., Nicholls, C.I., Henao, A. and Lana, M.A. (2015) 'Agroecology and the design of climate change-resilient farming systems', Agronomy for sustainable development, 35(3), pp.869-890
- Sobrevila, C. (2008) The role of indigenous peoples in biodiversity conservation: The natural but often forgotten partners (No. 44300, pp. 1-102).The World Bank
- Viteri-Salazar, O.V., Latorre, S., Godoy, M.Z. and Quelal-Vásconez, M.A. (2023) The challenges of a sustainable cocoa value chain: A study of traditional and “fine or flavour” cocoa produced by the kichwas in the ecuadorian Amazon region. Journal of Rural Studies, 98, pp.92-100
- Myers, N., Mittermeier, R.A., Mittermeier, C.G., Da Fonseca, G.A. and Kent, J. (2000)'Biodiversity hotspots for conservation priorities', Nature, 403(6772), pp. 853-858