La paradoja de un país costero
Cuando hablamos de algas comestibles en Chile, enseguida se nos viene a la cabeza el “cochayuyo” y si bien es una de las más famosas algas comestibles de nuestra extendida costa, no es la única. Hay mucho más para descubrir, por eso los invitamos a leer este artículo donde Pamela Ebner, nutricionista, nos cuenta todo sobre las algas comestibles y las razones por las cuales deberíamos incluirlas en nuestra alimentación.
Chile es un país de paradojas, y una de ellas es el consumo de algas. La mitad de nuestro país es costa. Tenemos un litoral costero continental de 4.000 km donde abundan algas comestibles y, a pesar de esto, nuestro consumo de ellas es muy reducido. Tenemos al alcance de la mano un recurso natural tremendamente rico en nutrientes para abastecernos, pero por alguna u otra razón no lo hacemos. Cuando lo hacemos, generalmente son algas importadas, o sea, especies no nativas. ¿No te parece esto paradójico?
"No me gustan las algas"
Es cierto que las algas se han ganado una “mala fama”. Dichos como “son duras”, “son amargas”, “son chiclosas”, “huelen mal”, ente otros, son sólo algunos de los prejuicios que escuchamos sobre ellas. Estos prejuicios nos llevan, en ocasiones, a decir “no como algas” o “a mí no me gustan las algas” sin haberlas probado nunca.
Tal vez, cuando las probaron efectivamente no hubo una buena experiencia, puede ser que la manera en la que se preparó no fue la adecuada para realzar su sabor. Pero hoy en día, esto ya no es un problema. Las nuevas generaciones de cocineros traen nuevas propuestas culinarias que incluyen algas como parte de sus ingredientes. Los queremos incentivar a darles una segunda oportunidad o atreverse a probarlas si nunca lo han hecho.
¿Qué tipo de algas podemos consumir?
Cuando hablamos de algas es muy extenso, ya que existen miles de especies diferentes. En Chile continental hay más de 350 especies de algas diferentes. Lo que debemos saber es que no todas son comestibles.
Las algas se pueden clasificar según su pigmentación en algas pardas, rojas y verdes. Compartimos con ustedes una tabla resumiendo las algas que puedes encontrar típicamente a disposición en el mercado chileno, ya sean locales o importadas.
Algas locales
Nombre común | Nombre científico | Tipo de alga |
Cochayuyo | Durvillaea antarctica | Alga parda |
Calabacillo | Macrocystis pyrifera | Alga parda |
Huiro | Macrocystis pyrifera | Alga parda |
Lechuga de mar | Ulva lactuca | Alga verde |
Carola | Callophyllis variegata | Alga roja |
Chicoria de mar | Chondracanthus chamissoi | Alga roja |
Luche | Pyropia sp | Alga roja |
Pelillo | Gracilaria | Alga roja |
Algas importadas
Nombre común | Nombre científico | Tipo de alga |
Nori | Porphyra Umbilicalis | Alga parda |
Kombu | Saccharina japónica | Alga parda |
Arame | Eisenia bicyclis | Alga parda |
Wakame | Undaria Pinafitada | Alga verde |
Dulse | Palmaria palmata | Alga roja |
Hijiki | Sargassum fusiforme | Alga parda |
Fucus | Fucus vesiculosus | Alga parda |
Espagueti de mar | Himmanthalia Elongata | Alga parda |
Algas como ingredientes
Las algas son utilizadas también para la extracción de sus polisacáridos, llamados hidrocoloides, que son sustancias gelatinosas con capacidad de retener agua. Son empleadas en la industria alimentaria como aditivos para la fabricación de alimentos. Este es el caso del alginato, el agar y la carragenina, que sirven para suplir una función específica de emulsificación y/o texturante en los productos alimentarios.
Las encontramos en sopas, en salsas, fiambres, helados, mermeladas, manjar y más. Es necesario aclarar que el consumo de algas de esta forma, no se beneficia de las propiedades nutricionales de las algas enteras.
5 razones para consumir algas
Te presentamos aquí los argumentos de por qué creemos que el consumo de algas es una buena alternativa para integrar en nuestra alimentación.
1. Prevención de enfermedades crónicas
Las algas son un alimento muy nutritivo. Con un muy bajo aporte calórico y en grasas, ellas nos aportan principalmente proteínas, fibras, vitaminas y minerales. Estas características las convierten en alimentos protectores para nuestra salud frente a la aparición de enfermedades crónicas, como diabetes, obesidad o enfermedades cardiovasculares. Al mismo tiempo la composición nutricional de las algas fortalece la inmunidad, ayudándonos a mantenernos en forma.
2. Proteínas y medio ambiente
Las algas contienen una elevada cantidad de proteínas de alto valor biológico, es decir, con aminoácidos esenciales (el organismo no es capaz de producirlos él mismo, con lo cual debemos incorporarlos en la alimentación).
Hoy sabemos que para el año 2050 seremos alrededor de 10 mil millones de personas en el mundo. Satisfacer las necesidades nutricionales de todos sin dañar el medio ambiente es el gran desafío, ya que no es posible solamente con la actual agricultura tradicional moderna. La inclusión de algas en la alimentación es una manera de aportar a la solución, respetando el medio ambiente. Comparado con otras fuentes de proteínas como el ganado, la soja o el maíz, el impacto ambiental es extremadamente bajo. Pues las algas no utilizan tierras agrícolas, no erosionan los suelos, casi no necesitan agua dulce, no requieren nitrógeno ni pesticidas y son de una calidad nutricional excepcional.
3. Rescate del patrimonio culinario
Las algas han sido consumidas por civilizaciones desde hace miles de años. En Chile, ya nuestros pueblos originarios las utilizaban como alimento, medicina y también como adornos ceremoniales. Lamentablemente, esta tradición se fue perdiendo y se acentúa más aún con la industrialización de la alimentación. Con esto, se pierde el consumo de algas pero también se pierde parte de nuestro patrimonio cultural y culinario.
Hoy en día, hay una nueva tendencia a consumir algas gracias a la occidentalización de la comida asiática. Comenzamos probando sushi con alga Nori y luego con la gastronomía gourmet poco a poco se ha ido incorporando otras algas a nuestro cotidiano. ¿Pero qué hay de las algas que tenemos en Chile ? Consumir algas locales, con preparaciones tradicionales como es el famoso “charquicán de cochayuyo” nos permite recuperar nuestro patrimonio culinario.
4. Economía local
Hoy en día, los tratados de comercio exterior en Chile nos permiten encontrar una serie de algas de diferentes orígenes, pero principalmente asiáticas. Esto es positivo, porque nos desafía a experimentar nuevos sabores, olores y texturas. El problema se genera cuando no nos damos la misma oportunidad con nuestros alimentos, es decir con las algas locales. Consumir de nuestra costa genera un impacto positivo en la economía local y particularmente en las comunidades locales de recolectores de algas. Entonces, si ya decidiste incorporar las algas en tu alimentación, prioriza el consumo de algas que crecen en nuestras costas.
5. Son universales y versátiles
El consumo de algas le conviene a todo tipo de consumidores. Adultos y niños pueden consumirlas. No hay inconveniente si eres carnívoro, vegetariano o vegano, hay suficientes para todos y se adaptan a todos los estilos de vida. Además las algas son muy versátiles, sus textura nos permiten incorporarlas a diferentes tipos de preparaciones.
Podemos consumirlas frescas, deshidratadas o en harinas. En salsas, guisos, ensaladas, sopas y hasta en postres. Dulces o saladas, las puedes incluir en tu alimentación, ya sea siguiendo recetas tradicionales o innovando en la cocina. Hoy en día, existen además diferentes emprendimientos de productos alimenticios, utilizando algas como materia prima. Podemos encontrar en el mercado snack, hamburguesas, barritas de cereal e incluso en caramelos.
Consumir algas locales nos permite mantenernos en buen estado de salud, previniendo el desarrollo de enfermedades crónicas. El consumo sustentable de las algas es bueno también para el medio ambiente.
Te invitamos a preparar las recetas con algas de nuestra edición, carbonada de mar y tierra y ensalada de algas y garbanzos.