Envases de alimentos, ¿cuál es el menos contaminante?
¿Son malos los envases de plástico? ¿Debemos usar sólo envases compostables? ¿Es mejor el vidrio que el plástico? ¿Deberían ser todas las bolsas de papel? ¿Se reciclan realmente mis envases? ¿Existen los envases sostenibles? En el siguiente artículo quiero compartirles mi opinión respecto a cómo debiéramos abordar estas preguntas que me parecen absolutamente legítimas.
…un cambio cultural es un cambio en la configuración del actuar y el emocionar de los miembros de una cultura, y que cómo tal tiene lugar en un cambio en la red cerrada de conversaciones que originalmente definía a la cultura que cambia…
Humberto Maturana
El solo hecho de que existan estos cuestionamientos en los consumidores o en quienes quieran desarrollar nuevos envases para sus productos, me llena de esperanza por un futuro en el cual existan menos residuos y contaminación. Son sin duda estos cuestionamientos los inicios de un cambio cultural en las personas que se viene forjando en Chile hace varios años y que cada día cobran más fuerza en los consumidores.
Antes de partir, me gustaría aclarar que los envases no son los principales causantes del cambio climático de nuestro planeta, de hecho, cuando medimos los impactos ambientales de un proceso productivo completo, veremos que los mayores impactos están asociados a etapas como distribución, alimentación animal, extracción de materias primas, etc. Pero, aunque el envase no es el mayor problema frente al cambio climático, sí es la cara visible de todos esos procesos ante el consumidor y la forma en como los consumidores nos relacionamos con los envases afecta directamente en la generación de residuos y, eso sí es algo respecto de lo que podemos tomar acciones.
¿Con o sin envase?
Revisemos algunos conceptos que pueden darnos luces de cómo podemos ir generando cambios de hábitos, con el foco en generar menos residuos:
En primer lugar, prefiere siempre comprar el producto sin envase.
Esto implica que comiences a llevar bolsas reutilizables o contenedores, lo cual conlleva un cambio de hábito importante, ya que significa que tienes que programar cada una de tus compras para contar con los contenedores necesarios y además debes buscar tiendas que permitan llevar productos en formato granel.
En esta búsqueda de evitar el envase, es bueno evaluar la real necesidad del envase. Es decir, si el alimento lo voy a comprar en un envase que me asegura una duración del producto por 30 días más o 1 año, pero yo lo voy a consumir durante el día. Entonces vale la pena cuestionarse, ¿puedo comprar este alimento sin envase? Pero si necesito que el producto dure en mi refrigerador 20 ó 30 días en perfectas condiciones, entonces el envase comienza a ser necesario.
Si hemos decidido comprar con envase, el mercado nos ofrece:
- Envases recargables
- Envases compostables
- Envases reciclables
- Envases desechables
Qué envase elegir
Los envases recargables son aquellos que una vez que están vacíos puedo llevarlos a un punto de recarga, para que vuelvan a llenarlos. De todas las opciones de envasado, esta es por lejos la que tiene menores impactos, ya que ese envase deberá estar diseñado para durar y se mantendrá siempre en uso. Hoy en la industria de los alimentos no es posible encontrar muchas marcas que nos ofrezcan este tipo de soluciones, debido a la complejidad asociada a la inocuidad de los alimentos, lo cual no implica que no sea posible, solo significa que hay que darse el tiempo necesario para innovar.
Los envases compostables han aparecido con mucha fuerza últimamente y es posible encontrarlos en tiendas de comida al paso o en diversos formatos de bolsas. Compostable implica que el envase se va a convertir en compost (materia orgánica), material muy bueno para la tierra y que sin duda ayuda a su regeneración. Pero que el envase sea compostable no asegura en absoluto que eso es lo que pasará con él, para que un envase llegue a compostarse necesitamos de una cadena de compostaje bien armada, es decir, que esté desarrollada la forma en que un envase compostable viaja a una planta de compostaje y mientras eso no esté masificado, los envases compostables no son una solución real a los residuos, ya que un envase compostable en un relleno sanitario no podrá compostarse debido a que no están dadas las condiciones de temperatura, humedad, oxígeno, etc.
Otra salida posible a los envases compostables es que cada uno de nosotros tuviera una compostera en su casa, pero en ese caso tenemos que estar atentos a las señales que nos comunica el envase, ya que la gran mayoría de los envases están certificados para ser compostados de forma industrial, y solo algunos están certificados para compostarse en la casa. Esto es relevante ya que los procesos de compostaje son más rápidos en las plantas de compostaje industrial y mucho más lento en una compostera casera, donde no se controlan los parámetros de humedad, temperatura y oxígeno.
Por lo tanto, es importante dejar de comprar esos envases o platos compostables por creer que hacemos menos daño al planeta cuando los tiramos a la basura.
¿Son malos los envases compostables? No, no lo son. El problema es que en Chile no tenemos una cadena de compostaje apropiada, que nos permita gestionar correctamente estos materiales. En resumen, hoy no son la mejor opción y es necesario acelerar la cadena del compostaje ya que sin duda estos materiales son un buen reemplazo para muchos materiales plásticos difíciles de gestionar.
Los envases reciclables también están adquiriendo mucha fuerza en nuestro país, desde que existe la Ley REP, que ha crecido y mejorado la cadena del reciclaje, por lo que este año será posible ver con mucha más fuerza como se retira el reciclaje desde nuestros hogares para llevarlos a centros de reciclaje, para volver a transformar todos esos envases en nuevas materias primas para fabricar nuevos productos, a partir de materia prima reciclada. Esto será sin duda un importante cambio que evitará que millones de envases lleguen a rellenos sanitarios, pero no tenemos que olvidar que como consumidores nuestra intención debe estar puesta en prevenir el uso de envases.
A los envases desechables los podemos identificar porque no tienen íconos de reciclaje o porque tienen el ícono con el N°7 en su interior. Estos envases tienen como destino final el relleno sanitario y deberíamos evitar su compra a toda costa.
Cambio de paradigma
Si hemos decidido que vamos a comprar el producto con envase, además de diferenciar entre envase recargable, compostable, reciclable y desechable, también podemos evaluar cómo llevar ese producto con menos envase a la casa. ¿Qué opciones me ofrece el mercado? Es muy común ver ejemplos donde es más barato llevar 3 paquetes de galletas envueltos en otra bolsa más grande que llevar 3 paquetes sueltos. Las marcas nos quieren incentivar a comprar más de sus productos, pero a la vez nos obligan a llevarnos más envases a la casa.
Es importante que dejemos de pensar que, si el envase es más grande, entonces siempre va a traer más producto o, si es más lindo o resistente, entonces el producto en su interior es de mejor calidad.
Tenemos que tomar nuestras decisiones informadas, debemos leer los ingredientes, los gramajes, las fechas de vencimiento, etc. Si un alimento procesado dura mucho, puede ser que sea porque tiene muchos preservantes o tiene un súper envase que jamás se podrá reciclar o existe una combinación de ambos factores.
En resumen:
- Evita usar envases, siempre que se pueda.
- Prefiere productos con envases recargables/reutilizables.
- Si tienes que llevar productos envasados asegúrate que sea con la menor cantidad de material de envasado.
- Si el envase no se puede reutilizar, entonces debe poder reciclarse.
- El compostaje de envases sólo es posible hacerlo en casa si el envase cuenta con la certificación de compostaje en casa, si indica que es compostaje industrial entonces la compostera de una casa no servirá.