Cultivar orgánico: la importancia de la biodiversidad en la salud de tu huerto
Si comprendemos nuestro huerto como un mundo biodiverso, podemos aprender a prevenir plagas y enfermedades en él. Así, aprenderemos a trabajar de manera preventiva y podremos mantener nuestro huerto sano, productivo y libre de plagas de manera orgánica. Cultivar orgánico significa cultivar sin perjudicar nuestro ecosistema.
Nos obliga a comprender al huerto como un mundo complejo, biodiverso, equilibrado, donde llegarán muchos insectos: polinizadores, depredadores e insectos plaga.
Se tiene el mal concepto que cultivar orgánico significa llenarnos de plagas y enfermedades. Este concepto es erróneo y muy alejado de la realidad.
Primero debes considerar que cultivar orgánico significa cultivar sin perjudicar nuestro ecosistema: utilizaremos abonos orgánicos, realizaremos rotación y asociación de nuestros cultivos, potenciaremos el equilibrio y la diversidad con corredores biológicos y trataremos a las plagas y enfermedades con Biopreparados que son amigables con el medio ambiente. Es factible mantener un huerto sano, productivo y libre de plagas si todo nuestro trabajo lo abocamos a ser preventivos y realizamos las acciones que les contaremos a continuación.
Suelo vivo y buena labranza del suelo.
En la agricultura orgánica comprendemos al suelo como un organismo vivo donde conviven millones de microorganismos benéficos y patógenos, y de ellos depende la alimentación y salud de la planta. Cuando logramos un suelo vivo que respira y se mueve, colmado de microorganismos benéficos, significa que nuestro suelo tendrá el sistema inmunitario alto, y esto trasunta en todo lo que cultivemos y plantemos ahí. Es decir, nuestras flores, hortalizas y hierbas al ser sembradas en este suelo tendrán gran inmunidad y podrán defenderse de las plagas y enfermedades.
¿Cómo vamos a lograr un suelo vivo con defensas altas?
La respuesta está en una buena labranza del suelo, oxigenar la tierra, dejarla suave, mullida, con buen drenaje e incorporar abono orgánico, que es el protagonista que nos entregará microorganismos benéficos, nutrientes, materia orgánica, minerales, etc. Es muy importante enmendar nuestro suelo con mínimo 3 abonos orgánicos diferentes y luego homogeneizar revolviendo e incorporando todo.
¿Qué abonos orgánicos puedo usar?
Hay una gran variedad de abonos orgánicos tanto sólidos como líquidos. Los que te recomendamos son: compost, bokashi, humus de lombriz, guano rojo, estiércol, biocarbón y abono verde.
La clave está en mantener un suelo nutrido, balanceado y con un buen sistema inmune, de esta forma disminuimos considerablemente las plagas y enfermedades circulando en nuestro huerto.
Asociación de cultivo.
Esta técnica que utilizaban nuestros ancestros agricultores tiene que ver con cultivar hortalizas combinadas y juntas para mantener alejadas las plagas y las enfermedades.
¿Cómo sucede esto?
Debemos considerar que cada planta contiene en sí misma aromas o sustancias que exhala y, este perfume u olor, nos ayudará a distraer a las plagas del cultivo que está al lado, es decir, crearemos espacios de olores que camuflarán a las plantas huéspedes de las plagas. También estas sustancias exhaladas atraerán insectos buenos, como los depredadores de plagas, que comenzarán a disminuir cualquier insecto plaga que intente llegar a nuestro huerto. Cabe señalar que para que sea efectiva la asociación de cultivo es muy importante que la planta tenga un buen sistema inmune y, además, poner mucha cantidad de plantas para que el olor sea insoportable para el insecto plaga.
Rotación de cultivo.
La rotación consiste en ir alternando los cultivos según sus familias y no repetirlas en un periodo de tiempo (entre 2 a 4 años). Se utiliza porque nos proporciona dos beneficios muy importantes en el manejo de la agricultura orgánica:
- Permite que el suelo no se agote ni desnutra, porque iremos alternando por hileras o zonas las hortalizas sin repetirlas y dejando descansar la tierra del consumo de los nutrientes de las plantas anteriores. La rotación consiste en aprovechar las diferentes capacidades de las plantas para extraer nutrientes y en la aptitud que tienen otras especies de mejorar y enriquecer el suelo.
- Si rotamos los cultivos año tras año, logramos también prevenir el ataque de plagas y enfermedades, debido a que cada planta tiene enfermedades y plagas específicas. Si las vamos rotando de lugar año tras año evitaremos que las posibles plagas que podrían haber estado en nuestro suelo lleguen a nuestros cultivos y las parasiten.
Corredor biológico.
Es un espacio físico dentro y fuera del huerto con plantas, hierbas y flores específicas y estratégicas que nos ayudarán a establecer un control biológico natural de las plagas y enfermedades. Un buen corredor biológico mantendrá el equilibrio perfecto entre agentes polinizadores, insectos depredadores de plagas, plagas y enfermedades.
Cada planta o flor atrae entre 3 a 4 insectos benéficos del huerto, por esto, es muy importante crear este espacio al principio, dentro, alrededor y al final de tu huerto. El corredor no puede estar a más de 2 metros de distancia y siempre hay que considerar que mientras más cantidad y variedad, más eficiente será y más fauna auxiliar atraerá. Recomendamos las siguientes plantas como corredor biológico: ruda, romero, lavanda, capuchina, tagete, caléndula, borraja y hierbas en general.
Biopreparados.
Cuando nos vemos enfrentados a alguna plaga o enfermedad en nuestro huerto sólo debemos utilizar Biopreparados naturales que tienen 2 características principales: reforzar el sistema inmune de los cultivos aumentando las defensas y controlar las plagas y enfermedades en nuestras hortalizas.
Los preparados de sustancias vegetales son inocuos a nuestra fauna auxiliar (polinizadores y depredadores), por lo que se pueden utilizar sin dañar nuestro ecosistema y mantener la biodiversidad.
Generalmente los preparados que vamos a utilizar tienen un efecto por ingesta, contacto o repelente. Por ejemplo, los repelentes caseros a base de ajo, cebolla, pimienta y ají, no envenenan a los insectos sino que generan que la superficie de la planta actúe como repelente al gusto o al tacto.
Para la aplicación o tratamiento se aplican al atardecer o al alba. Hay que evitar los momentos de pleno sol, porque se hará un efecto lupa en nuestras plantas provocando que la radiación las degrade con facilidad. También se deben evitar los días lluviosos, ya que el agua de lluvia los lava y arrastra al suelo.
Como ves, es posible tener un huerto sano y libre de plagas, la clave es ser preventivo y estar inmerso en este mundo biodiverso para potenciar ese equilibrio y la diversidad de especies en todo sentido. Atrévete y comienza a cultivar orgánico, no hay limitaciones para no hacerlo.
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