Creando más compost y menos residuos
Si estás interesado en el compost o quieres empezar a hacer uno, este artículo escrito por Santiago Rojas, de Regenera Orgánico (una empresa B), es ideal para ello. En la práctica no es algo difícil, pero sí le debemos dedicar tiempo, por lo que iniciativas que nos ayudan a hacer esto son proyectos que en De la Raíz al Plato consideramos esenciales. Te invitamos a aprender sobre el compost y cómo este tipo de iniciativas son importantes para la comunidad.
¿Sabes de qué se compone tu basura principalmente? Más del 50% corresponde a residuos orgánicos que podrían alimentar gallinas, chanchos y/o transformarse en abono orgánico a través del compostaje o vermicompostaje. Puede que suene obvio o básico, pero en la práctica, muchas personas no tienen gallinas y tampoco realizan compostaje. Simplemente mezclan todo y lo botan en una bolsa negra.
¿Cuál es el problema de la bolsa negra con residuos orgánicos si total 'se degradan'?
Podrías preguntarte esto, pero lamentablemente esto no es así.
Los residuos orgánicos que generamos en nuestros hogares no se degradan mágicamente. Las municipalidades destinan una gran cantidad de recursos a la recolección, personal con camión y transporte que, por ejemplo, en algunos casos se debe mover más de 100 km. Es el caso de Temuco, que dispone sus residuos en Los Ángeles y, en el mejor de los casos, irá a un relleno sanitario y en el peor, a un botadero y/o vertedero de residuos.
Un vertedero de residuos es una medida de control final de la eliminación de residuos en o dentro de la tierra. Los actuales vertederos no cuentan con los sistemas indicados, permitiendo la migración de gases, líquidos y olores de manera casi libre, lo que promueve la proliferación de moscas y roedores. A diferencia de un relleno sanitario, el cual consiste en un sistema de impermeabilización de base lateral y superficial; sistema de recolección, conducción y tratamiento de lixiviado (líquido); y sistema de recolección, conducción y tratamiento de la fracción gaseosa.
Pero antes de todo eso cabe preguntarse, ¿por qué se generó basura?
Una buena herramienta cuando hablamos de residuos orgánicos y desperdicio alimentario es la jerarquía en el manejo de alimentos (imagen inferior) que nos invita a repensar el tema y poner el foco en, primero reducir (comprar lo justo), luego reutilizar o conservar (guardar bien los alimentos y/o hacer conservas), después alimentar animales y recién luego de esto, compostar y/o vermicompostar.
El presente artículo no busca inmovilizar y/o traumar respecto a la gestión de residuos orgánicos, sino todo lo contrario. Queremos -quizás un poco ambicioso- que esta información permita orientar a quienes quieran tener una relación amigable con el medio ambiente en relación a la “basura orgánica”.
La pregunta clásica que surge con este tema es: ¿qué hago si vivo en un departamento?
Bueno, esa no es ninguna excusa para reducir o reutilizar. Pero posteriormente lo que puedes hacer es habilitar una vermicompostera en tu balcón o una compostera en las áreas comunes, ¡siempre se puede hacer compost!
¿Qué pasa si no sé hacerlo?
Bueno, para esto está la comunidad. Seguro conoces a alguien que ya hace compost/vermicompost en tu entorno y te puede enseñar. Adicionalmente, si no quieres involucrarte en la gestión de tus residuos pero si los quieres segregar (separar) y no quieres que vayan a un relleno sanitario o vertedero, lo que puedes hacer es contratar un servicio de recolección y compostaje de residuos orgánicos. Ya hay más de 30 empresas de este tipo a lo largo y ancho de nuestro país.
El trabajo de Regenera Orgánico
En Regenera Orgánico, la empresa que dirijo, tenemos como visión evitar el envío de residuos orgánicos a rellenos sanitarios. Para eso desarrollamos programas de compostaje y lombricultura domiciliaria, pero también recolectamos y compostamos residuos orgánicos segregados de hogares y empresas de la región.
Si bien estamos muy contentos con lo que hemos logrado, también somos críticos de nuestros avances y de la situación general de este problema en nuestro país. No se entiende cómo en un escenario de desertificación y sequía, acelerados por el cambio climático, no se haya masificado en mayor medida el compostaje. Es un problema complejo, pero queremos ayudar a resolverlo. Necesitamos generar mayor conciencia respecto al ciclo de la materia orgánica, esta no puede terminar en un relleno sanitario o vertedero. Debe ser transformada en abono y volver al suelo para nutrirlo y posibilitar el cultivo saludable y sostenible de alimentos. Si transformáramos todos los residuos orgánicos de Chile en compost o humus, tendríamos una gran cantidad de abono natural, con lo cual podríamos reemplazar una gran cantidad de fertilizantes de origen sintético altos en emisiones, que contaminan los cursos de agua, el suelo y favorecen la concentración económica.
Por esto, como siempre decimos en Regenera: más compost, menos basura.