Una familia regenerando el suelo y el bosque nativo en el Valle de Loncomilla
En el Valle de Loncomilla una familia lleva años regenerando el suelo y cultivando comida nutritiva. El 2017 sufrieron un incendio que arrasó con todo, el bosque nativo que plantaron está al lado de un monocultivo de pino en la zona. Esta tragedia les ha enseñado aún más la importancia de regenerar y de mantener los bosques nativos.
Vidacyle es una viña orgánica en el Valle de Loncomilla, Chile, pero realmente es mucho más que una viña. Un campo administrado por la familia. El padre de Abby Rose empezó a trabajar en estas tierras el año 2005, cultivando una variedad de alimentos en armonía con la naturaleza, yendo más allá de lo orgánico. Ellos estaban en busca de incentivar la biodiversidad, la salud del suelo y la resiliencia climática en la zona central sur de Chile.
Su trabajo está conectado con la regeneración del suelo, con la comunidad y la agricultura regenerativa. Producen una amplia gama de alimentos a la par con su producción de vino.
Una vez que se instalaron en el Valle de Loncomilla encontraron uvas País arraigadas al suelo. Abby nos cuenta que no saben hace cuantos años están plantadas en esa zona, ni quien las cultivó. Con estas uvas producen su vino natural, que se llama en inglés Orange Wine (vino naranjo en español), es bastante similar a un Rosé. El nombre viene porque la producción se hace en contacto con la piel de la uva. Es un vino sin ningún agregado externo, es solo la extracción de la uva.
Además de su producción de vino natural orgánico, plantaron 8.000 árboles de olivos, cientos de árboles de almendras, nueces y de pistacho. Esto por un compromiso con la subsistencia de jardines vegetales y para proteger al bosque nativo de alrededor, para nutrir el suelo, no depender del agua y realizar lo que ellos llaman agricultura seca. Principalmente porque están en una zona que cada año está más seca.
El enfoque regenerativo que tiene esta familia implica vivir en armonía con el ecosistema natural, escuchando, aprendiendo y trabajando con la naturaleza para producir abundancia de belleza, comida llena de nutrientes y un vino natural.
El nombre Vidacycle proviene de su fascinación por los ciclos y el significado de la vida.
Tienen muy claro como equipo que los agricultores son esenciales para la vida, son quienes producen alimentos, nuestro sustento y fibra y que están al corazón de nuestra propia existencia. Tienen amor por la tierra, que les ha enseñado lo importante que es la agricultura regenerativa y consideran que ese es el futuro para la humanidad y el planeta.
Trabajar la tierra de esta manera implica priorizar la salud de nuestro suelo y estimular la diversidad en su tierra. La tierra, es la raíz de todo lo que hacen y cada decisión que toman. Ha sido un camino largo de aprendizaje dice Abby en el cual observan el ecosistema, regeneran el suelo y eso ha producido mayor biodiversidad y vida silvestre, a la vez produciendo alimentos nutritivos y poder vivir de eso.
El 2017, toda la viña y el bosque que ellos plantaron se incendió, una superficie de casi 500 hectáreas. Perdieron 7.000 árboles de olivos, todas las plantas de uvas se quemaron. Todo el trabajo realizado cuidadosamente por años desapareció en cuestión de minutos.
Este incendio en la zona fue parte de muchos que ocurrieron el año 2017, pero la granja de Vidacycle no estaba cerca del epicentro de los incendios. Al lado de la granja hay una plantación de monocultivos de pino radiata, que además no cumple con la reglamentación del espacio que debiese haber entre la granja y la plantación de monocultivo.
Una vez que llegó el fuego al monocultivo fue una pasarela sin freno hasta llegar a la granja. Este era el contexto perfecto para la propagación del fuego, pero cuando llegó, sorprendentemente, no avanzó mucho más allá. El análisis que hacen ellos en la granja, años después de esta tragedia, es que su manera de cultivar y la presencia del bosque nativo dificultó el paso del fuego, a diferencia del bosque de monocultivo. Con ayuda de bomberos y cientos de voluntarios pudieron parar el fuego. Como nos cuenta Abby, evidentemente los incendios son naturales y lamentables, pero un bosque de monocultivos de pinos no es natural y es una bomba de tiempo.
Cuando los humanos plantan monocultivos es casi un suicidio de bosques.
Abby nos cuenta que fueron y han sido años muy difíciles y de mucho trabajo, pero también de seguir regenerando. Recién este año pudieron nuevamente producir su vino con las mismas uvas País que resurgieron de las cenizas. El verano del 2019 fue su primera cosecha después de los incendios, ya que las uvas mantuvieron sus raíces y con resiliencia volvieron a salir. Todo esto a pesar de que ese verano fue uno de los con mayor sequía en Chile según los registros históricos.
Le preguntamos a Abby; luego del incendio ¿Hubo cambios en la plantación de pino de al lado del viñedo, para prevenir posibles futuros incendios?
"Tristemente mi respuesta es no, nada ha cambiado en términos de su actividad, ni de prevención. He notado que si hay más aviones y helicópteros que responden rápidamente en caso de incendios locales. Pero mi temor es que en 10 años la gente se olvide de los incendios del 2017, que hayan menos recursos invertidos para responder y estemos nuevamente en la misma situación. Si pensáramos diferente sobre los tipos de bosques que plantamos y cómo interactuamos con los cerros y el suelo no seríamos tan vulnerables en 15 años".
Los incendios y la sequía, son la nueva normalidad. Frente a esto, está en sus manos construir una viña y una granja resiliente, amigable al fuego y una que conserve y retenga la mayor cantidad de agua del suelo posible.
El suelo es vida
El suelo es una sustancia maravillosa, limpia el agua, previene sequías e inundaciones, secuestra carbón y entrega nutrientes a nuestros alimentos. Una de las maneras de reconstruir la salud del suelo desde los incendios, ha sido a través de ovejas que pastorean y ayudan a retener más agua en el suelo. A través de sus deposiciones y pastoreo ayudan a que circule más carbono y eso alimenta a los billones de microorganismos del suelo, quienes ayudan a mantener las plantas verdes por más tiempo.
Es un camino largo, pero desde el incendio dicen que sus plantas están más verdes y eso les da esperanza de que el trabajo que están haciendo vale la pena. Ver los beneficios del trabajo que hacen es importante, sin usar agroquímicos, ni irrigación, el paisaje ha soportado todo tipo de vida, arriba y abajo del suelo.
Al ser consultada sobre cuáles son los planes a futuro de Vidacycle en Chile, Abby nos responde:
"Estamos en una época de transición, ya que hemos pasado por grandes cambios personales, en los últimos dos años debido a la pérdida de un miembro de nuestra familia. Pero, definitivamente queremos construir relaciones con otros proyectos y granjas similares a la nuestra, generar un grupo de apoyo y restaurar el paisaje. El fuego nos enseñó que tenemos que estar conectados con un movimiento de regeneración mucho más amplio".
También desarrollaron tecnología para granjeros de pequeña escala. Soilmentor, es una app desarrollada por Abby y su equipo, la cual ayuda a agricultores a conocer el estado de salud del suelo con el que trabajan. Este enfoque es vital para ser más resilientes como agricultores y saber que su visión es ayudar a la ecología, generando ingresos y belleza en las granjas alrededor del mundo.
La idea de las apps de Vidacycle surgió luego de que en la granja comenzarán a perder cientos de árboles de olivos luego de las heladas. Abby tiene una formación como física y con ese conocimiento desarrolló un software para monitorear y seguir la salud de los árboles. Cada día se pueden ver los sectores de la granja online y ver la necesidad de cada árbol en particular y observar patrones para ayudar a estos árboles. Sus vecinos vieron el potencial en esta herramienta y la comenzaron a usar para sus arándanos, luego otros vecinos en sus uvas para el viñedo. Así es como han desarrollado apps como herramientas para los granjeros, para tener plantas y suelo resilente y sanos frente a la adversidad.
Lo importante de proyectos como estos es que ayudan a la comunidad. La comunidad por su parte, ayuda al medio ambiente y al suelo. Es de primera necesidad visibilizar a quienes producen nuestros alimentos, porque son ellos quienes nos nutren y quienes nutren el suelo.
La plantación y el cuidado de bosques nativos debiese ser trabajo de todos y una prioridad, ya que ayudan a retener más agua en el suelo y mantienen la humedad natural. Así es como Vidacycle sirve como ejemplo de buenas prácticas en la agricultura regenerativa.
Por último le pedimos a Abby que nos recomendara un libro sobre suelo y regeneración, nos recomendó "Por amor a la tierra: Estrategias para regenerar nuestros sistemas de producción de alimentos por Nicoles Masters."