La importancia de los corales y cómo podemos ayudar a restaurarlos

“La gente protege aquello que ama, pero solo amamos aquello que conocemos”

Jacques Cousteau

Nuestros océanos albergan una gran cantidad y diversidad de vida. Al pensar en el océano y sus habitantes, es frecuente pensar en cardúmenes de peces y uno que otro mamífero marino, como los delfines o las ballenas. Sin embargo, muchas veces olvidamos la existencia de otros animales, y no me refiero a el pulpo o los tiburones, sino a uno quizás que por su aspecto poco convencional es muchas veces ignorado. Estoy hablando de los corales.

Comencé a bucear hace unos diez años. Me enamoré del mar y lo que encontré en él. Cambié el rumbo de mi vida y ahora me dedico al buceo y a tomar fotografías submarinas para compartir la belleza del océano.

Los corales son animales, a pesar de que parezcan del mundo vegetal. Son invertebrados que generalmente viven juntos en colonias, aunque algunas especies lo hacen en solitario.

Son autosuficientes y están recubiertos por un duro esqueleto calcáreo que los protege. Los corales (o pólipos coralinos) buscan estructuras en las cuales puedan anclarse para así establecer colonias. Una vez anclado, el pólipo se divide para formar miles de clones, los cuales crecen conectados a la estructura calcárea del pólipo inicial. La incorporación de estos clones en una misma estructura, genera el desarrollo de una colonia que funcionalmente actúa como un organismo individual.
Al crecer, una colonia puede entrar en contacto con colonias vecinas. La agrupación de corales en una misma región forma un arrecife de coral, muchas veces considerados como un verdadero oasis en el mar.

Por qué son importantes los corales 

Los arrecifes de coral son uno de los ecosistemas marinos más diversos del planeta. Ellos dan refugio y alimento a miles de especies de animales y plantas, así como a nosotros, los humanos. A pesar de que los arrecifes de coral cubren una región muy limitada del planeta (tan solo el 0.1% de la superficie de los océanos), ellos albergan aproximadamente al 25% de todas las especies marinas conocidas.
Si bien los arrecifes de coral son beneficiosos para la vida submarina, sus aportes no se limitan solo al ambiente subacuático. 

Arrecife coralino 

Más de mil millones de personas se benefician directamente de los recursos de arrecifes de coral para alimentos y como fuente de ingresos a través de actividades relacionadas con la pesca y el turismo.

Se estima que las pesquerías de arrecifes de coral suministran más de la mitad de las proteínas consumidas por las personas en las regiones tropicales costeras. Un arrecife sano y bien administrado puede producir un promedio de aproximadamente 5 toneladas de mariscos por km2 por año¹.

Los corales, al igual que los árboles, proveen una estructura tridimensional y sustrato para ser el hogar de peces que luego los humanos consumen². Algunas estimaciones dicen que más de 1 billón de personas dependemos de la comida proveniente de corales.

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Paralelamente, los arrecifes también juegan un rol fundamental en la protección de poblaciones costeras. Su presencia en los mares someros cumple una función de barrera natural frente a las marejadas producidas por huracanes y tormentas tropicales.

Arrecifes de coral en peligro

En los últimos 30 años se estima que un 50% de los arrecifes de coral ha muerto³. Diversos estudios proyectan que para fines de este siglo, hasta un 90% de los corales alrededor del mundo podrían desaparecer⁴.
Entre las causas que han degradado estos ecosistemas se han identificado: la enorme cantidad de desechos presentes en el mar, la pesca indiscriminada y el cambio climático. 

El cambio climático reciente es de los factores que más afecta la degradación de los corales. El reciente aumento de las temperaturas en la atmósfera ha producido un aumento en la temperatura superficial de los océanos. Ellos son especialmente sensibles frente al cambio climático, ya que su umbral de tolerancia frente a altas temperaturas es muy acotado.

El protozoo y el coral tienen una relación simbiótica y es quien entrega el color al coral. Bajo estrés, el coral expulsa al protozoo (Zooxanthellae), perdiendo el color y generando el llamado “blanqueamiento”, que refleja estrés o muerte. El problema es que una vez que comienza el blanqueamiento, tiende a continuar, incluso sin estrés.

Si la colonia de coral sobrevive al período de estrés, el protozoo puede  requerir desde semanas, hasta meses para recuperar la densidad normal.

Un blanqueamiento generalizado de los corales en un arrecife convierte lo que antes era un oasis de vida en un terreno estéril.

Los corales han existido por más de 400 millones de años en nuestro planeta. Si bien ellos han enfrentado innumerables cambios ambientales, la tasa de cambio a la que han estado sometidos en las últimas décadas ha comprometido su capacidad de adaptación, poniéndolos en una posición extremadamente vulnerable.

Como buzo y fotógrafa, he podido conocer bien el mundo submarino y enamorarme de él. Vivir en Curaçao me ha permitido compartir con los corales día a día. En el caribe solo hay 60 especies, en comparación con el Indo pacífico que tiene más de 250 especies, y aún así es un espectáculo magnífico que nos brinda la naturaleza.

En los últimos años hemos realizado un seguimiento de los arrecifes en torno a la isla y hemos podido observar significativos cambios. Esto se ha hecho aún más evidente al buscar antiguas referencias fotográficas las cuales muestran dramáticos cambios en algunos de los puntos de buceo que visitamos frecuentemente.

Restaurando corales

A pesar de la clara degradación de los corales en Curaçao, recientemente se han impulsado iniciativas para trabajar en torno a su protección. Entre ellas están Secore y Coral Restoration, ambas organizaciones internacionales, sin fines de lucro, que están centradas en la conservación de los arrecifes de coral.

Secore se dedica a recolectar gametos de corales para luego unirlos en laboratorios y plantarlos en el mar. Mientras que Coral Restoration se enfoca en la conservación de ciertos tipos de corales. En particular, trabajan con dos variedades de coral que tienen una tasa de crecimiento más rápida que otros corales, estos son el Acropora cervicornis “coral cuerno de ciervo” y Acropora palmata “coral cuerno de alce”.

El trabajo que hacemos con Coral Restoration es “plantar” fragmentos de coral en estructuras de PVC que llamamos “árboles”, en zonas donde el mar es poco profundo. Al estar en la parte superior y no en el fondo marino, no están expuestos a sus depredadores naturales, como los son caracoles, gusanos de fuego y pez damisela. También tienen una corriente constante lo que hace que tengan un mayor aporte de nutrientes, están más cerca del sol y se alejan de los sedimentos del suelo marino, para que no los tapen. Esta estrategia protege el crecimiento de los corales dándoles más posibilidades de sobrevivir.

Una vez que alcanzan un tamaño ideal (más de 8 cm en diámetro o el tamaño de la palma de la mano) se trasplantan al fondo marino para que puedan seguir creciendo en su hábitat natural. 

Mediante los esfuerzos de estas organizaciones, muchos corales tienen mayores probabilidades de alcanzar un tamaño suficiente, lo cual puede ayudar a su supervivencia y que sean exitosamente relocalizados en su hábitat natural.

Si bien esta estrategia ha demostrado ser exitosa, es un trabajo que requiere de mucho tiempo y paciencia. Es por esto que se está continuamente investigando diferentes formas para lograr que nuestros arrecifes de coral se recuperen. La labor de estas organizaciones es principalmente financiada con fondos recaudados de la actividad turística de la isla. Lamentablemente, durante el 2020, una de las consecuencias de la pandemia de COVID-19 fue el cierre de la isla para el turismo, significando también un cierre temporal para estas organizaciones por la falta de sustento económico.

El océano nos entrega muchas cosas día a día. Millones de personas en todo el mundo dependen tanto de la pesca como del turismo. Un mundo sin corales no sólo significa un mundo menos maravilloso, si no que también generaría un desastre en nuestros ecosistemas marinos y en nuestra sociedad.

Muchas veces olvidamos que bajo el mar, y también sobre él, está todo conectado, todo es parte de un gran ecosistema. Sin saberlo, muchos dependemos directamente de la salud de los arrecifes. No son solo los pescadores ni quienes vivimos cerca de los océanos, es nuestra sociedad que en parte debe su salud al bienestar de estos oasis de vida submarinos.

Cómo podemos ayudar a restaurar los corales

Hay distintas formas en que podemos ayudar a estas organizaciones: con Coral Restoration puedes adoptar un coral y/o ayudar en los buceos de limpieza y mantención de corales. Con Secore International, puedes hacer donaciones para que puedan continuar con sus  investigaciones, las cuales son vitales para la continuidad de los corales en nuestros océanos. 

Y cosas simples que podemos hacer en el día a día: podemos escoger un bloqueador solar amigable con los arrecifes, que esté certificado como tal (que no tenga Benzofenona-3)⁵, no generar tanta basura (porque es probable que termine en los océanos), tener aún más cuidado cuando vamos a la playa y recoger todo lo que encontremos en ella que no debería estar ahí, y si tienes la suerte de estar bajo el agua junto a los corales no acercarte demasiado ni tocarlos. También es importante generar consciencia sobre los arrecifes con tus amigos y familia.

¡Mientras más personas estemos conscientes de esto, más podemos hacer para cambiar y cuidar nuestros corales!

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1. https://reefresilience.org/es/coral-reef-fisheries-module/coral-reef-fisheries/importance-of-reef-fisheries/
2. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0272771400906176
3. https://science.sciencemag.org/content/359/6371/80
4. whc.unesco.org/en/news/1676/
5. https://www.mundonuevo.cl/alerta-roja-por-uso-de-componentes-riesgosos-protectores-solares-bajo-la-lupa/