Somos hojas y tallos
Si cocinas, te habrás dado cuenta que muchas veces desechamos a la basura tallos y hojas que piensas que no tienen un uso. Camila escribe sobre este desperdicio y nos entrega 10 consejos de cómo evitarlos. Ser más creativos a la hora de cocinar ya es una tendencia que queremos que se mantenga para utilizar los ingredientes completos.
Cuando pensamos en el desafío que significa comenzar a tener una cocina más sustentable o desperdicio cero, lo primero que se nos viene a la cabeza son tallos, cáscaras, sobras y alimentos que, en general, por costumbre o desconocimiento, tiraríamos a la basura o en el mejor de los casos compostaríamos.
Pocas veces pensamos en esos “descartes” como alimentos propiamente tales y menos pensar en atribuirles un valor nutricional destacable o en su importancia culinaria para lograr que un plato mejore o brille con las propiedades que aporta. ¿Tallos y cáscaras? ¿Para qué? ¿Por qué tomarse la molestia? Pero las preguntas para mi debieran ser otras.
¿Cuándo dejamos de considerar las cáscaras y los tallos como parte de nuestro alimento? ¿Cuándo comenzamos a ver las sobras como comida de menor categoría? ¿Cuándo se hizo esa separación algo normal u obvio?
En mis años de trabajo e investigación para poder enseñar de la mejor forma los primeros pasos hacia una cocina sustentable, de raíz o de esencia, como me gusta llamarle, me he dado cuenta que el desperdicio de alimentos se debe a varios factores históricos y socio culturales que no tienen que ver únicamente con inconsciencia o descuido.
El cuidado y cariño por los alimentos lo veo en mí y lo veo en mis alumnos todo el tiempo.
Pero también soy testigo de la dificultad, del gran desafío que significa sobre todo en los tiempos de hoy, el comprender cosas tan esenciales como las estaciones del año o la naturaleza de los alimentos, cómo crecen, cuándo crecen o qué necesitan para ser la mejor versión de sí.
Y es que nos hemos ido separando y separando de la tierra al igual que separamos a nuestros tallos y cáscaras de nuestros alimentos.
El ser humano ha transitado por este mundo haciendo lo que puede, lo que sabe, aprendiendo, equivocándose, siendo consciente, inconsciente, sabio e ignorante, pero siempre en una parte del camino, en un momento exacto de la historia, ha habido un punto de inflexión en el que sólo le ha quedado avanzar para sobrevivir.
Sólo le ha quedado dejar antiguas costumbres, hábitos heredados y viejos paradigmas para evolucionar a la siguiente “etapa”.
No puedo evitar preguntarme
¿Será que estamos en ese punto de la historia?
¿Será que nos encontramos en ese momento exacto en el que, si comenzamos a recordar, comprender, valorar y luego cuidar la tierra en que vivimos, podremos cambiar nuestro futuro para siempre?
¿Será que estamos en el momento preciso en que ya no nos sentimos cómodos con ese “que otro lo haga”, en que nos resuena más ser parte que no serlo?
¿Estaremos listos para dejar de separar hojas y tallos?
Yo creo que sí.
10 tips para una cocina desperdicio cero:
- Hacer una revisión mensual de despensa.
- Hacer revisión semanal de refrigerador.
- Llevar un registro de "lo que hay" para cocinar, puede ser una libreta o en el celular.
- Siempre revisar despensa y refrigerador antes de salir a comprar.
- Al momento de cocinar darle prioridad a alimentos más viejos de despensa y refrigerador.
- Elegir alimentos de temporada, la naturaleza es sabia, te da lo que necesitas en cada momento del año. (Acá puedes revisar una lista de ingredientes y filtrar por temporada).
- Informarse acerca de la correcta conservación de alimentos en despensa y refrigerador, saber cuidar de ellos es muy importante para tu salud y la del planeta.
- Intentar utilizar todas las partes del alimento, desde la cáscara hasta los tallos.
- Cocinar legumbres y verduras de maneras diferentes, probar nuevos aliños y cocciones, siempre pensando en lo que comerás fresco o porcionarlas para congelar y comer más adelante (revisa recetas y complementa tus conocimientos).
- Tener a la mano al momento de cocinar un recipiente de precompost para dejar tus residuos orgánicos y luego llevar a la compostera.
¿Tienes otras ideas? Déjanos un comentario y aprendamos juntos.