Una apuesta por el desarrollo regenerativo en Chile
“Somos naturaleza”, dice Pablo Cea, coordinador del Proyecto Chile Regenerativo, una iniciativa que busca acelerar el paradigma de la regeneración en Chile, incentivando la conservación, restauración de los ecosistemas sociales y naturales. En esta entrevista, Cea nos cuenta más sobre la importancia -y urgencia- de abocar por la regeneración, sus raíces, y los desafíos de poder lograrlo en la actualidad.
Hablar sobre regeneración socioambiental en los tiempos actuales se ha vuelto más común y comprensible, sin embargo, ha habido un largo trayecto de sucesos para llegar a esto. La regeneración plantea un nueva forma de ver el mundo, un paradigma forjado en tiempos de crisis social y ambiental generalizada y que viene a recomponer las relaciones entre los seres humanos y los diferentes ecosistemas.
En este contexto surge el proyecto Chile Regenerativo, durante octubre de 2021, bajo el propósito de acelerar el paradigma de la regeneración en nuestro país cuestionando el actual modelo de desarrollo y teniendo como objetivo posicionar una mirada que busca incentivar la conservación, restauración y regeneración de los ecosistemas sociales y naturales. En esta línea, la iniciativa contempla múltiples actividades relacionadas a la investigación, información y difusión, donde hasta ahora, se han realizado dos encuentros: uno introductorio y otro relacionado al emprendimiento regenerativo.
En los próximos meses publicarán una investigación que tiene como objetivo mapear las diferentes iniciativas regenerativas a lo largo de Chile y también un documento de índices metodológicos que permita a emprendedores avanzar hacia la regeneración en sus proyectos.
Para tener un acercamiento al proyecto, conversamos con Pablo Cea, coordinador de esta iniciativa impulsada por el Laboratorio de Innovación Social UC (CoLab UC) y Fundación Kawoq.
¿Cómo y por qué surge Chile Regenerativo?
Chile Regenerativo surge de una pregunta e inquietud en común que tiene que ver con observar y escuchar lo que está emergiendo en nuestro país y el planeta. Existe un consenso general respecto a que estamos viviendo una crisis socioambiental y que un cambio de modelo es necesario para redireccionar y recomponer estas relaciones con la tierra y sus habitantes. Esta iniciativa surge de la idea de reconciliar las actividades humanas con la naturaleza, en el fondo entender y llevar a la acción el pensamiento de que somos parte de la naturaleza y es necesario avanzar en esa cosmovisión para efectivamente cambiar nuestro modelo de desarrollo a uno regenerativo. ¿Qué quiere decir esto? Que a través de todas las dimensiones del desarrollo se pueda dar esta reconexión con la naturaleza y los diferentes ecosistemas.
¿Cómo se puede perseguir el desarrollo a través de la regeneración?
Como mencioné anteriormente, el desarrollo tiene múltiples dimensiones. Sin embargo, si nos remontamos a lo clásico y que predominó en Chile durante mucho tiempo, el desarrollo se vinculó directamente con los índices económicos. De hecho, durante muchos años se tuvo la discusión de que nuestro país estaba en vías de desarrollo y le faltaba poco para alcanzarlo, teniendo la meta de igualar el PIB de Portugal. Chile ha cambiado y la concepción del desarrollo también, como proyecto creemos que todas las dimensiones del desarrollo pueden ser abordadas por la regeneración. Por ejemplo, la reconexión de las personas con su comunidad tiene que ver con el vínculo del desarrollo social y la regeneración. Entonces, ¿se puede vincular la regeneración a las diferentes dimensiones del desarrollo? Claro que sí y yo creo que, a diferencia de otros modelos, esto está surgiendo y emergiendo de forma espontánea. Hay un cambio de conciencia incipiente que está haciendo que estos modelos alternativos de desarrollo estén surgiendo multidireccionalmente, tanto desde las instituciones (Chile Regenerativo), como desde las comunidades y las personas.
¿A qué se refiere cuando se habla de regeneración?
Cuando hablamos de regeneración estamos hablando de crear condiciones para que la vida se desarrolle y también me gusta verlo como la idea de sanar aquello que se ha ido destruyendo. Eso sí, no sanar desde un punto de vista antropocéntrico, si no un proceso colectivo basado en la reconexión. Toda esta idea está muy vinculada a lo que dice Otto Scharmer, quien postula que se ha producido una triple separación entre las personas con su comunidad, ellos mismos y la naturaleza. ¿En qué orden? Creo que eso todavía está inconcluso y depende de cada caso. Pero retomando, a eso nos referimos cuando hablamos de regeneración, a reconectar algo e impulsar mejores condiciones para que se desarrolle la vida.
¿Por qué es importante actualmente y es una tendencia que cada vez cobra más sentido?
Yo creo que si uno parte de la concepción de que todos somos naturaleza, el ser humano tiene la capacidad inherente de ser regenerador y de apoyar procesos de regeneración. ¿Es una nueva tendencia? Sí, pero quizás no tanto. Por ejemplo, los pueblos indígenas son regeneradores por excelencia ya que tienen y tuvieron una forma distinta de relacionarse y vincularse con la naturaleza. Diría que la regeneración actualmente cobró fuerza porque está permeando nuevos espacios, pero insisto en que somos seres regeneradores y, por tanto, hablar sobre esto nos hace sentido como individuos y comunidades.
¿Cómo se puede abocar por la regeneración a través de iniciativas o emprendimientos?
Sobre emprender me gusta hacer la siguiente reflexión: si mi emprendimiento está buscando dejar más en el planeta de lo que está tomando, podríamos catalogarlo como regenerativo. Si es uno que está sanando algo que ha sido dañado, también podría ser un emprendimiento de carácter regenerativo. Principalmente, eso se puede ver en Chile a través de proyectos que están trabajando junto a los ecosistemas: naturaleza, iniciativas, actores y comunidad. Creo que no hay un proyecto regenerativo a medias, sino que transitan hacia este ideal que es la regeneración y en su trayectoria, todos vamos aprendiendo.
¿Cómo ayuda Chile Regenerativo a esto?
Chile Regenerativo aspira a darle fuerza e impulso al movimiento de la regeneración en nuestro país. Estamos aportando desde la articulación de las distintas expresiones de la regeneración, para así impulsar la colaboración entre ellas y sus actores. También estamos trabajando en el primer estudio sobre regeneración en Chile y un mapeo de actores relevantes, según lo planificado debería estar listo en abril. Además, queremos indagar en otros marcos metodológicos orientados a que cada expresión con tintes regenerativos pueda reconocerse a sí mismo y pueda decir con propiedad que sus procesos son regenerativos y están impactando positivamente en algunos ecosistemas.
¿Se puede ser completamente regenerativos?
Sin dudas que se puede. Pero me gusta mirarlo desde una óptica donde se ponga foco en el proceso más que en el resultado. Cuando solo nos fijamos en esto último, nos convertimos en presos de esta meta. La regeneración se debe ir reflejando en cada parte del proceso para llegar a ser completamente regenerativo.
¿Nos podrían comentar sobre algunas iniciativas que están empezando a embarcarse en esto?
De partida, hay muchas iniciativas a lo largo y ancho de Chile que están impulsando la regeneración en sus diferentes dimensiones. Hace dos semanas tuvimos nuestro segundo encuentro de regeneración que se denominó “Emprendimientos regenerativos: un camino posible”. Acá pudimos hacer un repaso por dos experiencias chilenas y dos extranjeras. Dentro de las nacionales tuvimos a Bosko, quienes están recuperando suelos y biodiversidad a través de la reforestación acelerada de bosque nativo, todo a través del Método Miyawaki. También participó Alimentos Manada, quienes están resignificando la ganadería y convirtiéndola en una actividad regeneradora de suelos. Otro de los emprendimientos invitados fue Ejido Verde, quienes provienen de México quienes reforestan y trabajan junto a la comunidad en torno al pino nativo. Por último, contamos con un emprendimiento colombiano llamado Proco Reef, quienes restauran barreras de coral a través del turismo regenerativo. En definitiva, hay múltiples iniciativas que están cruzando Chile y el continente, incluso vemos ejemplos como Costa Rica Regenerativa, Colombia Regenerativa y otros países de Latinoamérica que están apostando por estos presentes y futuros más sostenibles.
¿Cuáles son los desafíos para embarcarse en este camino?
El principal desafío tiene que ver con desaprender ciertas estructuras de pensamiento y acción llevamos arraigadas debido al modelo de desarrollo imperante. La regeneración nos lleva a un paso antes y reflexionar en cómo sintonizar nuestros procesos humanos en concordancia con la vida, cambiando así la cosmovisión del mundo. Es un proceso muy complejo, repleto de momentos y genera muchas tensiones, pero a través de la reflexión y el tiempo que se dedica a esto se puede comenzar a cambiar de a poco.
¿Qué mensaje daría a las personas para que persigan o se integren en iniciativas que promuevan la regeneración?
Lo primero del mensaje tiene que ver con el sentido de urgencia. Esto no es optativo, lo que necesitamos es regenerar. Creemos y soñamos con que está naciendo un nuevo paradigma e incluso una nueva civilización. Entonces, hay que sumarse a la regeneración porque posteriormente a la crisis que estamos viviendo actualmente, vendrá una nueva forma de habitar el planeta basada en la reconciliación. Me gusta hablar de que estamos entrando en la era de la regeneración, entrando a la era en que la tierra se está regenerando. Esto es una invitación a no quedarse afuera, es una contradicción como humano no creer en la regeneración de los lugares que habitamos. Desde Chile Regenerativo, tenemos la esperanza de que nuevas comunidades, un nuevo país y un nuevo mundo sean posibles a través de la regeneración.
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