Una invitación a sembrar nuestros alimentos
Hay muchas razones para tener tu propio huerto y cultivar, cosechar y cocinar tus alimentos. Antonia nos relata por qué es tan importante para ella y nos invita a cultivar nuestros alimentos. Muchas veces pensamos que no tenemos tiempo o espacio, pero igualmente se puede, aún en los espacios más impensados. Los invitamos a leer y a entusiasmarse con sembrar y cosechar.
Siempre animo a los que me rodean a tener un huerto en casa, aunque sea a tener un par de macetas con unas lechugas, unas acelgas (que son tan generosas), unas frutillas o al menos un par de hierbas para cocinar.
Es una linda manera para conectarnos con la naturaleza, a la cual es cada vez más difícil acceder y observar con calma. Y trabajar, observar, cuidar y cosechar es de alguna manera una forma de entender lo que pasa afuera y además lo que pasa adentro, es una gran herramienta para auto conectarse y auto conocerse.
Es totalmente mágico ver el potencial y lo sagrada que es una semilla: repleta de energía e información. Entender su poder y propósito en la práctica es emocionante. Es el principio y el fin, es vida y muerte. Y apenas termina un ciclo ya hay otro que está por comenzar.
Cada vez que cultives tu alimento, vas a entender que la naturaleza es circular, que está llena de dualidades que se complementan y que los ciclos terminan y comienzan infinitas veces.
Otra razón para tener un huerto o algunas plantas comestibles en casa es que no hay punto de comparación entre un alimento limpio u orgánico con uno que no lo es: el sabor, olor y energía vital de estos alimentos es incomparable.
Y si aún con leer todo esto piensas que las plantas no son lo tuyo, hay más opciones, como buscar cerca tuyo a agricultores que trabajen con buenas prácticas, cuidando el planeta y nuestros cuerpos.
Al consumir alimentos producidos de esta forma, estamos obligados a comer al ritmo de las estaciones y esto, además de ser saludable, es una linda manera de estar en sintonía con lo que nos rodea.
Por dónde empezar
¿Dónde se pueden conseguir semillas orgánicas?
En Cooperativa Semilla Austral, Mi Jardín Secreto, Chile Huerta... Y haciendo intercambio con personas que tengan sus huertas, creo que eso es muy lindo, hacer circular semillas a la hora de tener un huerto.
¿Cómo se hace un almácigo?
Es sencillo, lo primero es conseguir un buen sustrato liviano y nutrido. Se puede hacer o comprar. Luego hay que tener almacigueras o cualquier envase con un buen drenaje. Lo ideal es poner las semillas y cuidar que tengan luz, que estén en un lugar tibio y además regarlas con un aspersor para cuidar las semillas (sobre todo las más pequeñas).
¿Cómo se puede secar una semilla para plantarla?
Depende de la semilla, pero en general lo ideal es que se sequen en la planta cuando son de lechuga, de leguminosas, de umbelíferas de acelgas y otras. Las cucurbitáceas (pepino, melón, sandía...) en general hay que esperar a que los frutos estén maduros para recolectarlas y secarlas. Algo similar pasa con los tomates, las berenjenas, pimentones, etc…
Cada semilla tiene su propio proceso.
¿Qué podemos sembrar en esta época (verano)?
En esta época podemos empezar a hacer los almácigos de otoño, como coles, zanahorias, hojas como espinacas, acelgas, también betarragas, rabanitos, ajos, cebollas, etc…