Disminuir nuestra huella ecológica a través de la alimentación
Si alguna vez te has sentido agobiado por la crisis socioambiental que estamos viviendo, definitivamente no estás solo. Somos muchos lo que a veces nos paralizamos, pero la invitación es a hacer algo. Francisca, activista ambiental nos comparte algunos simples pasos para empezar con nuestra dieta y forma de vida a hacer simples cambios para disminuir nuestra huella en el planeta.
¿Has sentido frustración, agobio o angustia cuando piensas en la crisis socioambiental?
Probablemente te han invadido de vez en cuando e incluso te han paralizado esos pensamientos. La invitación es a movilizarnos y a no dejar que esos pensamientos nos paralicen, ya que desde nuestros hogares podemos aportar a lograr el Acuerdo de París 1 cambiando o mejorando nuestros hábitos, especialmente respecto a nuestra alimentación, ya que es la responsable entre un 21 y 37% de las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) 2
En cuanto a lo primero, tiene que ver con la cantidad de recursos, como energía y agua que se requiere para su producción, además del deterioro de los suelos y deforestación para destinar tierras que eran bosques o selvas en terrenos para cultivos de hortalizas o ganadería.
En el ámbito social la agricultura intensiva y el actual modelo de producción de comida ha dado cabida a la normalización de malas prácticas laborales y al desperdicio de alimentos, éste último se transforma en un problema ético, ya que la inseguridad alimentaria va en alza en Chile y otros países debido a la pandemia y a la crisis económica que estamos viviendo.
Por eso un cambio en la forma que nos alimentamos parece ser una excelente solución y una propuesta es la dieta climariana 3, esta es una propuesta que apareció hace unos años para reducir la huella de carbono.
A diferencia de otras dietas que se enfocan en quien consume, esta dieta no solo busca mejorar la salud sino también ser un aporte para la vida en la Tierra.
Sus principios son:
- Reducir el consumo de productos de origen animal y, en el caso de hacerlo, preferir carne de ganadería que provenga de granjas regenerativas.
- Comprar local y de estación (evitar cultivos fuera de temporada que requieran calefactores para su producción)
- Preferir alimentos frescos por sobre envasados y procesados.
- Comprar a granel evitando envases de un solo uso.
- Si es posible, tener un huerto.
- Minimizar el desperdicio de alimentos.
El desperdicio de alimentos aporta un 8% de gases de efecto invernadero 5además disminuye la cantidad de alimentos disponibles a nivel local y global, afecta los ingresos para productores y aumenta para los consumidores.
Por eso la invitación es a consumir de forma consciente y responsable, es decir, seguir las recomendaciones mencionadas respecto a la dieta climariana y, especialmente, incorporar hábitos para evitar el desperdicio de alimentos.
Para esto, es clave planificar un menú semanal basado en plantas; escribir la lista de compras y atenerse a ella para no tener exceso de comida. A la hora de ir a comprar preferir compras a granel, productos locales, de estación como también preferir frutas o verduras que no sean tan atractivas visualmente, ya que estas son las que normalmente terminan desperdiciando por su aspecto estético, a pesar de que siguen siendo igual de nutritivas.
Al llegar a la casa dedica un tiempo para guardar los alimentos de forma adecuada para conservarlos frescos hasta el momento que sean consumidos; usa la creatividad para aprovechar los tallos y hojas comestibles; planifica uno o dos días a la semana para cocinar en tandas, conocido también como batch cooking, técnica que busca optimizar el tiempo en la cocina para dejar comida casera y saludable preparada, lista para consumir por varios días e instaurar el “Lumami”, es decir, inventar alguna preparación con la comida que ha ido quedando en los últimos días. Y también compostar los residuos orgánicos que no puedan ser consumidos.
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