James Wakibia y su lucha contra el plástico.
Te invitamos a conocer cómo una persona, guiada por su pasión y con la ayuda de redes sociales, logró que en su país se prohibiera el uso de bolsas plásticas. Conversamos con James Wakibia, un activista keniata que aboga por un mundo más limpio y sustentable. Fue una entrevista inspiradora, que nos enseña a luchar por un medioambiente limpio.
El año 2018 hicimos un viaje a Kenia motivados principalmente por la oportunidad de hacer un safari y poder conocer su fauna. Después de varios días de safari, decidimos pasar unos días en la costa Keniata, de la cual habíamos leído maravillas ( escribimos algunas notas acá).
Si bien mucho de lo que leímos era cierto, nos llamó muchísimo la atención la cantidad de basura que era apreciable tanto en playas, calles y ciudades. Fue así como en una pequeña localidad costera nos enteramos de una campaña que había comenzado 3 años antes: una sola persona batallando para eliminar los plásticos de un solo uso.
James Wakibia, un activista medioambiental de Nakuru, una ciudad a 150 kms de Nairobi, había comenzado el 2015 una campaña a través de Twitter con el hashtag #banplasticsKE para eliminar el plástico. Esto trajo como consecuencia que en el año 2017 se prohibió el uso de bolsas plásticas de un solo uso en todo el país.
Conversamos con James, quien amablemente nos compartió su experiencia y nos contó sobre su actual campaña y avances.
Sabemos que todo empezó a nivel local, en tu ciudad, cuando viste que el vertedero estaba a tope de basura y particularmente con plásticos. En nuestro paso por Kenia, vimos que si bien aún había mucha basura, el país tomaba ciertas medidas. Por ejemplo, al ir al supermercado no nos daban bolsas, algo que en ese entonces nos llamó mucho la atención y nos pareció algo digno de imitar: tanto frutas y verduras eran pesadas y puestas en una bolsa reutilizable, con todos los precios juntos. ¿Qué otros cambios has notado estos últimos años?
En los tres años siguientes luego del anuncio de la eliminación de las bolsas plásticas para transporte, Kenia efectivamente se ha vuelto más limpio y su gente aún más consciente sobre su rol en la protección del medioambiente. Creo que de cierta forma, la prohibición oficial acabó con dos problemas en una ejecución; por un lado redujo significativamente la contaminación por plásticos y también hizo que la gente sea más consciente sobre la importancia de mantener su entorno limpio. Hasta ahora, las calles, los desagües, líneas de alcantarillado y ríos están mucho más limpios; hay menos desechos plásticos en ellos. Los árboles están felices de que ya no hayan más bolsas plásticas multicolores colgando de ellos.
Me alegra, porque sabemos que esas bolsas plásticas no podrían ser recicladas ni mucho menos naturalmente descompuestas. De lo contrario, serían degradadas en micro plásticos, los cuales flotan en el aire hasta entrar en nuestros sistemas de agua, lo cual es un gran problema medioambiental, así como también de salud pública.
En ese entonces, también leímos que el siguiente paso sería continuar con la eliminación de plásticos de un solo uso, como las bombillas. ¿Cómo ha ido ese proceso?
Hasta ahora muy bien. Hace un año Kenia aplicó otra prohibición para los plásticos de un solo uso, teniendo como objetivo todas sus áreas protegidas. Desde entonces está prohibido por ley entrar a parques, bosques, playas y otras áreas designadas de protección con plásticos de un solo uso, como bombillas, vasos y platos plásticos. Todos estos esfuerzos están orientados en abordar la contaminación por plásticos en Kenia, especialmente en áreas con vida salvaje.
También nos hemos asociado con FlipFlopi, la primera organización en construir una embarcación con desechos plásticos y exitosamente navegar más de 500 kms desde Lamu (Kenia) hasta Zanzíbar (Tanzania), generando sensibilización hacia la contaminación marina producida por plásticos. Este año FlipFlopi navegará desde el Lago Victoria, ubicado al este de África, para continuar con la campaña de sensibilización. Estamos haciendo un llamado a todos los integrantes de los países del este de África a prohibir ciertos plásticos de un solo uso en sus territorios. El problema del plástico no es sólo a nivel nacional, ya que los mismos problemas están prácticamente en toda la región.
Con la entrada en vigencia de la incorporación de residuos plásticos en el Convenio de Basilea, el cual regulará los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación, espero que los países occidentales dejen de enviar sus desechos plásticos a países en desarrollo. Es tiempo de que cada país lidie con sus propios desechos.
Tristemente, EE.UU. no lo ratificó, pero no se puede esperar otra cosa con un presidente que no cree en el cambio climático y rehúsa firmar tratados medioambientales internacionales. Me gustaría pensar que con la nueva administración de Biden se enfrenten estos temas desde otra perspectiva.
Me horrorizaron las sugerencias del American Chemistry Council, un grupo de presión de la industria del plástico. Según ellos, Kenia debería dejar de imponer límites nacionales al plástico, sugiriendo el levantamiento de nuestras prohibiciones y lograr un acuerdo en el comercio de residuos plásticos. Sin importar que Kenia se adhirió a la Convención de Basilea y ha demostrado un liderazgo emulable para abordar la contaminación plástica. Algo que muchos países están luchando por hacer. Incluso sugirieron que Kenia debería convertirse en un centro petroquímico para fabricar productos químicos y plásticos para África; es sorprendente. Considerando todos los químicos tóxicos sucios que producen esas plantas.
En St. James Parish, Louisiana, las comunidades sufren de enfermedades terminales debido a los efectos de las toxinas que estas plantas petroquímicas producen. Kenia con su pequeña economía no puede manejar el aumento de los desechos plásticos y las toxinas en torno a esta actividad.
Entendemos y comprendemos la frustración. De todos modos los avances y esta alianza con FlipFlopi suenan alentadores.
Como dices, la contaminación en el mar generada por plásticos, es un problema global. Hemos visto plásticos en muchas playas de distintos países (incluso en áreas protegidas) y uno de los problemas es que viaja alrededor del mundo debido a las corrientes. ¿Enfocarán esta campaña en algo específico? ¿Cómo harán para sensibilizar en torno a este tema?
Cierto, la contaminación por plásticos está presente en todos lados; está en el agua que bebemos, nuestra comida y el aire que respiramos. El plástico es parte de nuestras vidas - ya está en nuestros cuerpos. Estudios han demostrado que estamos padeciendo de problemas respiratorios, cáncer y otras enfermedades, por inhalar aire contaminado con químicos producidos por plásticos quemados.
Hoy mi enfoque está en los plásticos de un solo uso que no se pueden reintegrar en una economía circular y que tampoco se degradan naturalmente.
Estoy utilizando las redes sociales y cualquier otra plataforma, como esta, para difundir el mensaje. También estoy colaborando con otras organizaciones medioambientales para presionar no sólo las prohibiciones, sino también las regulaciones y la mejora de las inversiones en infraestructura para manejar desechos sólidos, especialmente el plástico, que es una gran preocupación ambiental.
Nuestra revista está enfocada en alimentación y sustentabilidad. Sabemos que muchos de estos plásticos terminan contaminando cosechas, ríos y finalmente el mar. Existen estudios científicos que mencionan el consumo de microplásticos a través de nuestros alimentos, que puede ser por ejemplo, a través de un pescado que ha consumido pedazos de plástico. ¿Cuán importante son en tus campañas este tipo de estudios científicos?
Creo que la información apoyada con datos científicos es relevante en este tipo de campañas. La gente necesita que se les diga la verdad sobre el impacto del plástico en sus vidas. ¡Todos conocemos al enemigo! Lamentablemente no somos tan firmes a la hora de combatirlo.
¿Y a qué fuentes recurres comúnmente?
Confío en muchos estudios científicos publicados en La Red Internacional de Eliminación de Contaminantes IPEN, en la Sociedad Endocrinóloga, el Centro de Derecho Ambiental Internacional (CIEL), Centro para la Justicia Ambiental y el Desarrollo de Kenia (CEJAD) y otras organizaciones, tanto internacionales como locales. Creo que existe suficiente evidencia científica para que los gobiernos comiencen a pensar en políticas que mitiguen los efectos de la contaminación por plásticos.
Imaginamos han sido años de arduo trabajo. ¿Qué otras dificultades encontraste en tu camino?
Hubo muchos desafíos pero todos fueron minimizados por la pasión, que fue el motor que me impulsó. Contarle a la gente que yo quería que lo que ellos más usaban fuera eliminado fue muy difícil de entender. Hoy en día, pueden apreciar todos los beneficios que esto produjo en sus vidas.
Nos has enseñado que podemos lograr más de lo que creemos. ¿Cómo puedes motivar a otros que puedan estar pasando por problemáticas similares a las que tú enfrentaste?
Llevar a cabo cualquier campaña, especialmente sin algún tipo de presupuesto, no es un paseo por el parque pero si tienes la pasión de hacer lo que amas nada es tan grande. Si eres activista de base, encontrar apoyo financiero será difícil.
Como dijo alguna vez Lupita Nyong’o, todos los sueños son válidos. No hay nada tan difícil si tu motor es la pasión.